Musulmanas entre dos mundos: rompiendo prejuicios
Ana Lumbreras
Logroño, 6 abr (EFE).- El coloquio "Musulmanas entre dos mundos: rompiendo prejuicios", celebrado hoy en la Universidad de La Rioja (UR), ha constatado que son jóvenes universitarias procedentes de países con tradición musulmana que cabalgan entre dos realidades, pero todo ello con respeto y conscientes de su identidad.
Seis alumnas de la UR y una que cursa segundo de Bachillerato, segunda generación de mujeres jóvenes universitarias procedentes de la emigración de países musulmanes, han protagonizado este coloquio, organizado por ellas mismas con el apoyo de la responsable de la Cátedra UNESCO, Ana Vega, y del Consejo de Estudiantes.
Imane Labtoufi, de origen marroquí y alumna de Filología Hispánica; Rida Masood, de Pakistán y estudiante de Relaciones Laborales; Maka Sylla, de Costa de Marfil, que cursa Derecho; Yousra Abtaul y Sofía el Kouissi, ambas de Marruecos y alumnas de Trabajo Social; Yosra Hamdoun, de Marruecos y estudiante de Filología Inglesa; y Chaima Boucharrafa, de Marruecos y alumna de segundo de Bachillerato, han participado en el coloquio.
En sus intervenciones, estas "musulmanas europeas", como alguna de ellas se ha definido, han explicado cómo gestionan su identidad entre sus dos mundos, el de origen y el de acogida, en este caso, La Rioja; así como sus dificultades, sus desafíos, sus expectativas, las discriminaciones que perciben fuera y los replegamientos de algunos sectores de su propia comunidad.
La cultura, la religión, la percepción sobre portar o no el hijab (velo), el origen de cubrirse, la realidad que observan y cómo viven sus dos realidades también han dado origen a preguntas entre las numerosas personas que han llenado el aula magna de la UR.
Algunas de estas siete alumnas portan el velo y todas ellas han defendido la libertad para llevarlo o no, dado que ello no les hace ni más ni menos musulmanas, sino que es una característica más de ellas; y han insistido en el respeto hacia una u otra decisión, que cada mujer debe adoptar desde una postura libre.
Llevar una falda o un velo no ofende a nadie y por llevar un pañuelo no se es ni más ni menos religiosa, han explicado estas jóvenes, quienes se sienten que cabalgan "entre dos aguas, entre dos realidades" y se consideran "un puente entre dos culturas", aunque son conscientes de que llaman la atención en su país de origen y en el que las acoge.
"Somos personas que hemos nacido con dobles valores y, a veces, nos cuesta definirnos, pero la interculturalidad que tenemos es una riqueza", ha defendido una de ellas; y consideran que una de sus culturas no anula a la otra; además de que han crecido en un país occidental, del que forman parte desde pequeñas, a diferencia de sus padres, que tuvieron que adaptarse al emigrar de su tierra.
Respecto a la radicalización de algunos jóvenes de países de tradición musulmana que, incluso, matan en nombre de Ála, han rechazado totalmente esa actitud y han enfatizado que no comprenden los motivos por los que lo hacen, dado que no tienen nada que ver con su religión.
Ha reconocido que el hecho de ser mujeres y musulmanas puede suponer una discriminación y creen que los derechos de las mujeres, en algunos países de tradición musulmana, no siempre son reconocidos en la práctica.
En la UR hay 46 alumnos procedentes de países de tradición musulmana, de los que 30 son mujeres y 16 son hombres, distribuidos en 25 grados, un máster y dos doctorados. EFE.